La primera teoría de cuerdas sin anomalías matemáticas la presentaron en 1984 John Schwuarz y Michael Green, usando trabajos anteriores que parten de la beta de Leonhard Euler que desempolvó Gabriele Veneziano buscando información sobre el espín de los hadrones, y también del trabajo posterior de Leonard Susskind con la fórmula de Euler.
Rápidamente la teoría de John Schwuarz y Michael Green, que bautizaron como «The Theory of Everything», se hizo muy popular, ya que unificaba matemáticamente la gravitación universal con la física cuántica, explicando con una sola fórmula el electromagnetismo, la fuerza nuclear débil y fuerte y la gravedad.
Inicialmente muchos físicos se negaron a aceptarla, porque las cuerdas que forman las partículas subatómicas al girar tendrían un tamaño tan pequeño que es imposible de verificar, al menos hoy en día, por lo que algunos lo consideran filosofía.
Si un átomo tuviera el tamaño de nuestro sistema solar, una cuerda tendría un tamaño de un par de metros, por lo que es posible que jamás consigamos constatar físicamente su existencia.
Otro problema es que serían necesarias 10 dimensiones y otro problema más es que después de presentar su teoría, otros físicos encontraron otras cuatro fórmulas que explicaban lo mismo, por lo que no había una teoría de cuerdas, sino cinco.
Fue Edward Witten, profesor de física avanzada de Princeton y considerado uno de los mejores físicos del mundo (hay quién lo considera la persona más inteligente del mundo), quién se dio cuenta de que en realidad no había cinco teorías, sino que era una única teoría vista desde cinco enfoques distintos.
La teoría de Witten, bautizada como «Teoría M» (según Witten la M es por Magia Misterio o Matriz), explica toda la física conocida en una única fórmula, pero añadía una dimensión más, por lo que finalmente el universo debería tener 11 dimensiones.
Además, se cree que varias de estas cuerdas serían en realidad membranas y una de estas podría envolver todo el universo.
La teoría M también explica los gravitones y por qué la gravedad puede atravesar todos los universos y el electromagnetismo y las fuerzas nucleares no, ya que estas últimas están ancladas a las membranas.
A estas alturas ya nadie afirma que esta teoría pueda estar «totalmente» equivocada, ya que da explicación matemática a todo lo que conocemos de forma casi perfecta.
Aunque evidentemente será difícil probar físicamente la existencia de las cuerdas, eso no significa que sea un invento ya que las matemáticas se usan para calcular fenómenos físicos reales.
Por ejemplo, en el siglo XIX Urbain Le Verrier calculó que faltaba un planeta al analizar unas perturbaciones de la órbita de Urano, con esos cálculos tomaron placas de alta exposición y ahí apareció Plutón.
Documentales sobre la teoría de cuerdas:
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